La frustración tiene nombre... y no es el tuyo o el mío, es el NOSOTROS.
Llegas (o llego, según sea el día, el caso o las situaciones), me das un beso, preguntas como estoy, como fué mi día... Contesto, sonrió, te digo "te quiero", nos sentamos en el sofá, me abrazas, me dices: Yo también.
Todo, bien...
Al minuto siguiente, hacemos el amor... Siempre lo hacemos. Lindo, suave, ameno, tierno... o rudo, rico, apasionado. No importa la forma, solo hacerlo (donde sea) y alimentar, así lo que sentimos uno por el otro.
Bien, todo bien...
Hablamos de sentimientos, de acciones, de ex's... de tús sueños, de los míos, de como ves el futuro, de como lo veo yo y... no coinciden (solo a veces)... ¿entonces? me doy la vuelta, me levanto, tomo mis cosas...
Te levantas, me tomas de la cintura y volvemos a la cama... Pero, la bomba, ya esta con la mecha prendida, en cualquier momento explotará...
-Es que... no es que no te quiera.
-¿Entonces?
-No sé... "simplemente" no sé.
-Bien, bien...
Me voy...
No por drámatica, si no por una simple razón:
NUNCA término de entenderte.
Mal... TODO, mal.
Y de nuevo... vendrán las ausencias.
Para una lectura más amable, CLICKEE AQUÍ
(Disculpe las molestias)
3 comentarios:
Lo tipico, aunque lo lanzas sin preocupacion. El texto parece mas desinteresado de la profundidad de su trama que entretiene pero no conmueve. Aun asi, siempre es rico leerte.
Un abrazo.
Para que esforzarse en entender, si se hace el amor, se disfruta, si no ni modo, si me quiere esta bien, si no, duele, bueno, esto último si se está enamorado.
En fin, puras contradicciones.
Saludos!
Mal plan cuando es así, ojalá y haya en él la voluntad de hablar de las cosas abiertamente, por el bien de la relación
Publicar un comentario